Cultura, salsa, comuna16

Profe Tulande: Un bailarín de espíritu social



Con ánimo y diversión empieza el ensayo, las niñas se acomodan para calentar y luego para bailar.

Se ordenan en fila e inicia el calentamiento, entre risas, “musarañas” y en el fondo una música para animar el ambiente, se escucha una voz un tanto fuerte que ordena qué ejercicio hacer, empeine, estiramiento, rotación… Luego suben a la tarima y empieza el calentamiento de baile:  salsa choque, boogaloo, chachacha, bachata y la canción de salsa con conteo musical que es primordial a la hora de ensayo de pasos.

Todos los miércoles y viernes de 5 a 7pm, se abren las puertas del centro cultural del barrio Unión de vivienda popular para acoger a niños y jóvenes que se interesen en el baile popular.

El encargado de darle orden al lugar, es un joven de 23 años, de apariencia delgada, de tez trigueña, de pómulos pronunciados y con una voz grave; David Tulande, enamorado de la cultura, en especial del baile popular y su pasión: la salsa. Se ha interesado hacia la parte del estilo caleño, expresa que siempre ha tratado de conocer e investigar más sobre los bailes para implementar en sus clases, piensa que es necesario primero conocer y luego  compartir ese conocimiento.

Para él, el arte debe ser integral y dejar algo que sirva no sólo a nivel profesional sino a nivel personal, es por eso que se ha empeñado en trabajar en este tipo de procesos, quiere inculcar a los niños y jóvenes no sólo otras alternativas para pasar los tiempos libres sino valores como la disciplina, el respeto y el compañerismo.

Nicolle Narvaez, una alumna muy activa de 15 años asiste desde hace 4 años y aunque ya tenía bases antes de ingresar a este proceso, aclara que le ha ayudado a reforzar lo que ha aprendido, aclara que  "las clases son más personalizadas y algo que me gusta del profesor es que si él ve un error, vuelve a enseñarnos  y nos corrige" 

Para joven bailarín, no es sólo enseñar a bailar, pues combina el arte con el trabajo social, "es necesario estar constantemente en busca de nuevas herramientas  para aportarle a los jóvenes tanto de esta comuna (19) como de otras en las que hago parte de procesos culturales, que los alejen de pensamientos y actitudes negativas, que sea una vía de escape para alejarlos de problemas".

Myriam Cortés, madre de familia, siente el deber de acompañar a sus hijas y ver cómo es la enseñanza en el lugar. Para ella es excelente este programa cultural porque sus hijas ocupan el tiempo libre para que hagan algo productivo, aprenden a bailar y evitan estar en la calle haciendo cosas que no deben.

Además afirma que el profesor 'Tulande' ha ayudado en este aprendizaje porque él se dispone y saca de su tiempo para enseñarle a los niños de esta comuna. "Excelente profesor, porque es dinámico, les trae cosas nuevas, los lleva a eventos y les da a conocer otros tipos de baile" manifiesta doña Myriam.

El centro cultural de la comuna 16 se encuentra ubicado
 en la Carrera 41 H # 38 – 75

Desde niño Tulande se interesó por este género artístico, ha trabajado en varias organizaciones y eventos, ahora hace parte del programa monitores culturales de la secretaria de cultura. Aunque de manera profesional se está preparando ya con un diplomado de desarrollo humano en la San Buenaventura, y a punto de graduarse en técnico en danzas el plan Sena, para él el aprender y generar conocimiento se debe gracias a la experiencia y al estar generando cambios sociales.

Vicky Landazury es una niña risueña de 13 años que durante los dos años que lleva en las clases, siente cada vez el gusto por el baile,  uno de sus sueños es aprender más sobre este baile y llegar a las grandes ligas.  “He aprendido pasos como los básicos, dinos, punta talón, títeres, el cha cha cha, repique y el que más me gusta : lijas”  responde la bailarina con una gran sonrisa. Además de practicar los pasos básicos dice que practican el liderazgo, el respeto y la responsabilidad en cada clase.

Uno de los mayores sueños para este artista el cuál está iniciando, es la creación de su propia fundación, en el barrio Terrón colorado, un sector muy  vulnerable con el fin de brindarle la oportunidad a los niños que no pueden asistir a una escuela y pagar una mensualidad.

"Para mí la danza es la vida, ya es parte fundamental de mi vida, creo que sino pudiera danzar no sé qué haría la verdad  porque es algo que me gusta mucho y enseñarlo de una manera que puedan llegar de manera fácil...me apasiona"  concluye David.





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